
En esto de vivir, pareciera que muchas veces nos encontráramos en laberintos sin salidas, con ventanas y puertas que solo nos llevan a callejones sin salida donde lo único que al parecer nos queda, es sentarnos a llorar en espera que alguien venga a rescatarnos. A todos nos ocurre por más fortachones que pensemos que somos, de cualquier manera, siempre Sigue leyendo
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