Culpable.

A la hora de una falta, no existe un juez más duro que nosotros mismos.
A la hora de una falta, no existe un juez más duro que nosotros mismos.

Sentirse culpable de algo tiene serias consecuencias sobre nuestras vidas, opacan nuestra visión del mundo, nos hace llevar pesadas cargas que complican nuestro andar y nos colocan en una de las posiciones más cómodas para las personas, la de víctima. Cuando estamos siendo víctimas no tenemos la oportunidad de mirarnos con amor y permanecemos viviendo en la autocompasión.

La culpa sin lugar Sigue leyendo