
Para los que vivimos en ciudades, grandes o pequeñas, la vida se ha venido tornando un tanto acelerada y a veces descontrolada. Perseguimos el éxito como si fuese cuestión de cazar una presa extraña que solo pocos han tenido el privilegio de conseguir. Dinero, fortuna, fama, son solo algunos de los nombres a los que muchos llaman éxito.
Se nos hace extraño acercarnos a otros solo para pedir algo, así sea la hora. Dependiendo del lugar en el que estés desarrollando tu experiencia de vida, hacerlo puede significar enfrentarte al mayor de los rechazos, solo por el temor a la inseguridad, a no saber si quien asome el reloj, será víctima de algún robo. Tal vez por ello somos amables solo con quienes están dentro de nuestro círculo personal, amigos, familiares y solo algunos conocidos.
Más de este artículo en el libro de Conexión Permanente
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias