Solo escucha.

Nada te puede guiar mejor en el camino de la vida que tu propio cuerpo a través de tus emociones.
Nada te puede guiar mejor en el camino de la vida que tu propio cuerpo a través de tus emociones.

La luz llega a nosotros en infinidad de maneras, Dios se encarga de mantenernos al tanto de lo que va ocurriendo en nuestras vidas así como lo hacen los programas de televisión. Si prestamos atención, la secuencia de hechos que ocurren durante el día, amén de ser una consecuencia de las decisiones que hemos tomado con anterioridad, también representan momentos que nos llevan al proceso de tomar decisiones, es allí cuando la perfección de nuestros cuerpos se manifiesta. Luego, los «problemas» ocurren cuando no prestamos atención, lo cual cabe destacar, es mucho más frecuente de lo que nos gustaría admitir.

Nuestro cerebro es, sin duda alguna, el mejor dispositivo de control que podamos si quiera imaginar. Este, como por arte de magia, filtra aquellas situaciones, personas, sonidos y/o imágenes que no corresponden con nuestros más profundos deseos. Para ello, utiliza entre otras herramientas a las emociones. Un sistema de guía, que emplea como vehículo al cuerpo y que nos orienta sobre lo que puede o no puede beneficiarnos de manera exacta.

Este sistema de guía nunca falla y Dios siempre está allí para certificarlo. Siendo esto así, ¿Por qué nos pasan cosas “malas”? Las respuestas son muy variadas, pero sencilla. Son más o menos así: Ocurren porque –

Para escuchar a tu cuerpo, es necesario hacer silencio afuera y adentro. Abre tu corazón.
Para escuchar a tu cuerpo, es necesario hacer silencio afuera y adentro. Abre tu corazón.
  • No prestamos atención a nuestro cuerpo que nos indica si la decisión que estamos tomando es la correcta.
  • Solemos aferrarnos a la ilusión del control, queriendo que todo sea como queremos.
  • Vivimos apresurados, no tomamos tiempo para escucharnos.
  • Estamos permanentemente pensando en la escasez, en la carencia y nos conectamos con esa energía, tanto que nos llega a faltar la paz.
  • Nos ahogamos en la emocionalidad del momento, la rabia la tristeza, el miedo, son solo algunos de los filtros más poderosos para los mensajes de Dios.

El que las cosas no sean como quieres no es indicativo de que no te lo hayan dicho con anticipación. Abre tu corazón y así tus pensamientos no podrán interferir la conexión entre lo que eres aquí y tu verdadero SER.

Todo lo mejor para ti.-

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