
Sentados a la luz de la brazas en vísperas del inicio del entrenamiento dice el maestro al reducido grupo de nuevos estudiantes
– Si quieren llenar su taza, deben vaciarla de todo lo que tiene.
Casualmente acababan de servir algo de té y algunos de los nuevos encogiéndose de hombros, voltearon sus tazas derramando el preciado líquido para antes del descanso de la noche.

–Tenemos trabajo alcanzó a decir el anciano maestro dirigiéndose a sus jóvenes asistentes y luego se retiró al descanso.
El maestro, sonriendo por la mañana comenzó la primera lección explicando la parábola de la taza llena, luego de lo cual los que la vaciaron literalmente, se ruborizaron ante las bromas de sus compañeros que, aunque no vaciaron sus tazas, tampoco habían entendido. Debían olvidar cualquier cosa que hubiesenn aprendido para poder aprender más.
– Hoy deberán Aprender todo y olvidarlo todo. Luego de una pausa, continuó el maestro – Todo lo que hagas es espiritualidad, La música, la escritura, la pintura, los negocios, por ende …
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Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias