
Una frase muy popular para los hispano-parlantes y particularmente entre los latinoamericanos, es dar gracias al creador por algún evento favorable, el cual, casi siempre es percibido como un “favor” recibido. Una costumbre muy bonita que ha venido cobrando más fuerzas en estos tiempos donde los milagros parecieran estar a la orden del día, amén de las tragedias que aparecen a diario en los noticieros.
Pero qué tal si ¿el obtener esa casa que tanto anhelamos o salir airosos de alguna situación poco favorable no corresponden a un favor que Dios nos hace sino a la consecuencia de nuestros actos? Claro, se podría pensar que…
Más de este artículo en el libro de Conexión Permanente
Todo lo mejor para ti.-
Hola!
buen post!
te invito a dar una pasada por mi blog y ver este: http://zalman5k.wordpress.com/2014/08/05/sabes-manejar-tu-ego-o-tu-ego-te-maneja-a-ti/
feliz dia!
Zalman