
Ganar siempre nos deja una sensación sabrosa que nos gusta, en el cuerpo y en la memoria, esto se debe a que, obtener la victoria nos genera emociones, bien sea que la describas como un proceso hormonal en el que el cerebro se llena de endorfinas o simplemente una alegría indescriptible, el sentirse ganador(a) perdura en el tiempo.
Pero la duración de estas sensaciones dependerá del nivel de compromiso que tengamos y de la manera como queremos emplearla. Podemos bien dormir en los laureles del triunfo o utilizar toda esta emoción para impulsarnos a la superación de nuevos y mayores retos.
Las victorias, al igual que los fracasos, son temporales.

Es por ello que debemos utilizar la energía generada por las emociones de alegría y satisfacción por el logro como herramientas para impulsarnos a lograr y hacer más. Emplearla en triunfar, no sobre los competidores, sino sobre nosotros mismos, sobre la falta de consciencia que nos dice “No Puedes” e iluminar con ella las sobras que genera el miedo. La invitación de hoy: escribe en un papel el reto que estás enfrentando en estos momentos. Debajo de él, lista tus 3 o 5 logros más importantes en tu vida. Visualiza los momentos en los que obtenías el premio, recuerda como te sobre pusiste a los retos de ese momento, respíralo, siéntete como ese día. Ahora, conéctate con esa energía siéntela en ti. ¿Listo? ¿Ya estás emocionad@? Ahora vuelve sobre tu problema escrito y comienza a escribir soluciones.
Todo lo mejor para ti.-