Juicio personal.

Somos el juez más severo a la hora de calificar nuestro desempeño.
Somos el juez más severo a la hora de calificar nuestro desempeño.

Me voy a permitir la licencia de hablar por muchos el día de hoy ya que estoy seguro que no soy el único al que le sucede esto cuando comete una equivocación, especialmente una en la que se ven comprometidas en gran medida las esperanzas que se tienen sobre algún proyecto. El punto es que siempre que ocurren “equivocaciones” solemos juzgarnos y muchas veces nos convertimos en verdugos de nuestros propios sueños.

A cada momento de adversidad suele suceder que olvido quien soy y que me motiva a hacer lo que hago, trayendo como consecuencia la muerte de un sueño en proceso de construcción.

Reconócete como el creador de todo y paso a paso todo irá retomando el camino.
Reconócete como el creador de todo y paso a paso todo irá retomando el camino.

Cuesta un poco, pero retomar la consciencia de quien soy es de lo más reconfortante ya que junto con esta, aparecen las opciones; las oportunidades y con ellas, nuevamente las esperanzas de que todo va a estar bien. Corresponde soltar el control y fluir con la situación para aprender la lección y si es menester, aprovechar de practicar la humildad para saber  pedir perdón y/o ayuda según corresponda.

La invitación de hoy: Si te estás culpando por algo que no salido como esperabas, desacelera un poco, tomate un café o un té y reconócete como el creador, replantea la situación desde una nueva perspectiva y veras como las opciones comienzan a aparecer. Tómalo como un reto y evita matar el sueño.

Todo lo mejor para ti.-

Deja un comentario