
Todos los esfuerzos que he realizado para ser mejor logran generar cambios en mí. A veces estos son imperceptibles en el momento y además son nublado por la ansiedad de la recompensa inmediata. Al esperar que los cambios sucedan rápidamente, me pierdo el proceso de transformación que ocurre a cada paso que doy.
El trabajo de transformación es acumulado, es decir, toda acción suma al crecimiento personal y en consecuencia a los cambios que necesito para obtener lo que deseo.
La invitación de hoy: Sea el cambio que desees lograr en ti, enfócate en las acciones que te guiaran hacia ese destino, tal como los niños crecen al dormir, nuestra transformación ocurre cuando estamos haciendo el trabajo interior que corresponde.
Todo lo mejor para ti.-