Jamás me he sentido un guerrero, ni siquiera uno de la “Luz” como se denominan quienes andan atravesando un camino de crecimiento espiritual, de hecho es un término que hasta cierto punto me parece incongruente. Hace algún tiempo aprendí que cada quien desarrolla su mundo de la manera cómo se siente por dentro. Sí me considero una persona conciliadora y creadora de armonía, mis acciones estarán en sintonía con ambos términos, en consecuencia, mi entorno tenderá a parecerse a la armonía. Me pregunto entonces ¿Un guerrero que crea, como es feliz? La única respuesta lógica es: Un guerrero es feliz teniendo guerras.

Ver la vida como una batalla constante, nos invita a estar en lucha permanente contra el medio y esto implica todo lo que la guerra trae consigo – Desolación, Ansiedad, Desesperación, entre muchos otros.

Lo más curioso es que si un guerrero no tienes guerras, entonces comienza a inventarlas o crearlas, ya que es la manera en cómo se siente feliz, teniendo un ambiente de conflicto. Esto aplica también para los “Guerreros de la Luz”.

La invitación de hoy: Responde a la siguiente pregunta; ¿Te sientes un guerrero una guerrera? Si la respuesta es afirmativa, revisa con cuidado que guerras (conflictos) estás generando a tu alrededor, con el único fin de hacer feliz a ese guerrero, que en lugar de generar paz o armonía, trae luchas sin sentido.

Todo lo mejor para ti.-