
Es menester sentirme agradado cuando escucho de alguien cosas que me gustan, particularmente si hablan bien de mí o de las cosas que hago. El ego se hincha y me hace sentir bien y recompensado por una labor bien hecha. Pero no siempre hay palabras halagadoras en boca de quienes nos rodean.
Mi resistencia a la crítica es una señal de madurez e inteligencia emocional.
Al escuchar comentarios “negativos” sobre mí, por mucho que me afecte, es necesario que genere la tolerancia suficiente para tener la capacidad de apreciar la verdad en el comentario, de manera que pueda transformarlo en una lección de crecimiento.
La invitación de hoy: Recuerda la última crítica que hicieron sobre ti y la manera como te hizo sentir, ahora repasa el evento y observa cuanta verdad hay en el comentario, si no ves nada pero igual sientes rabia, rencor o tristeza, entonces necesitas madurar un poco al respecto. Si logras mirarte desde otra perspectiva, entonces se hace más sencillo avanzar al siguiente nivel.
Todo lo mejor para ti.-
La crítica duele. Pero nos recuerda que debemos seguir adelante.
Ante comentarios que no sumen nada a nuestro crecimiento, vale la pena quitar cualquier tono que pudiéramos percibir que trae el mensaje y encontrar alguna lección en lo recibido. Y luego ponernos la mejor sonrisa y seguir adelante. La crítica queda atrás.
Totalmente de acuerdo Awilda.. muchas gracias por comentar.
Éxitos
Bilko