Comprender que el cambio de mi entorno se hace paso a paso, me tomó tiempo y dedicación, también paciencia y el esfuerzo de crear consciencia para darme cuenta que: 1. No tenía por qué luchar contra mis emociones de frustración al no lograr las variaciones al primer intento; 2. Mientras más luchaba contra esa emoción, más se alejaba el tan anhelado cambio. Rendirme ante la divinidad no fue tarea sencilla y tampoco de un día, pero al lograrlo, aunque haya sido por instantes aislados, amplié la comprensión de lo que sucede, lo que me permitió tener paz.

Ser manso de corazón, es diferente de tener una postura sumisa ante las circunstancias de la vida, por el contrario, nos invita a la aceptación del momento a fin que seamos capaces impulsar el cambio deseado.

La escucha activa, la paciencia, la aceptación y la empatía, son consecuencia de sentir amor por mí mismo y en consecuencia, por los demás. Estas condiciones o cualidades, son las que propician la comprensión del entorno y al mismo tiempo, de mis talentos y capacidades para generar el cambio.

La invitación de hoy: Ama.

Todo lo mejor para ti.-