
Soy la imagen perfecta de Dios en este plano, por ello no existen motivos para no vivir armónicamente y atraer hacia mí lo que me haga feliz y sentir en sintonía con él (o ella). Definitivamente Dios también debe ser mujer, caso contrario no fuera armónico y la perfección necesariamente requiere del balance entre las energías.
Soy energía que vibra en colores, sonidos, aromas y sabores.
Conocer quién soy me permite entender porque tengo las cosas que tengo y me suceden las que me ocurren, no se trata de la ley del karma y de los castigos de Dios, sino de cómo la vibración de mis pensamientos atraen las circunstancias que me rodean.
La invitación de hoy: Comienza a conocerte, profundiza si crees que ya te conoces, verás como en la medida que te familiarizas contigo las cosas comienzan a tener más sentido y entonces cambiar se hace menos complicado.
Todo lo mejor para ti.-
Hola! Buen día! AMÉN! Hermoso tu artículo… Gracias!