
Dejar que los demás sean como quieren ser es una tarea complicada, especialmente si me muestran algo que no quiero mirar en mí. Las cosas deben ser cuando y como “Yo quiera» y si no, entonces que no sean, esto es una situación extrema, pero en líneas generales mi pensamiento tiene esa orientación, llevándome a comportarme de manera poco amable y respetuosa.
Los espejos están a la orden del día y los topamos de maneras insospechadas, principalmente en aquellos a quienes tenemos más cerca.
Los momentos en los que aparece alguien que genera disgusto, incomodidad, molestia, etc… son oportunos para practicar paciencia y desarrollarla al punto de moderar mis emociones. Algunas situaciones, hacerlo es más complicado que en otras, pero definitivamente, bien merece la pena apreciar que es lo que me incomoda y como eso es reflejo de lo que no quiero mirar en mí.
La invitación de hoy: Mira a quien te molesta y aprecia lo que tanto te disgusta, luego identifica en que momentos, circunstancias y con qué personas te comportas igual (mayormente es contigo mismo). Sé paciente contigo y acepta la realidad, el otro te muestra eso que tú eres y no quieres ver.
Todo lo mejor para ti.-
Así es! Es una oportunidad para ampliar nuestra comprensión del ser tanto en uno como en los demás, pero considero que como todo, tiene su espacio y tiempo, hasta cierto punto se puede ser tolerante, paciente y comprensivo pero hay cosas en que no queda más que todo lo anterior más la ausencia, o que harías si ves a alguien que amas está con sus acciones provocandote conflicto, me gustaría saber que harías si de las personas que amas están frente tuyo dañandose a sí mismas y dañando a los demás y sabemos que no podemos hacer los cambiar? Lo acompañas a robar, matar…hacer daño, o te alejas…después de intentar sanar los. ..?
Ciertamente, por mucha paciencia que tengamos, esta jamás va a ser suficiente, especialmente si quienes nos acompañan se empeñan en mantenernos al filo de la tolerancia… A veces es mejor dejarlos ir, alejarnos y buscar otros espejos, cambiar de maestros.
Definitivamente no acompañaría a nadie a hacer daño a personas, animales o cosas, pero si tomaría lo que me corresponde y si esa persona está a mi lado, esa fue mi elección y como tal, estoy la capacidad de seguir mi corazón y tomar la decisión más saludable para mi. Si es el caso de un hijo, pues no queda otra que acompañarlo como un ángel guardián, estos no te dicen que hacer y que no, solo están a tu lado para consolarte cuando caes por tus propias acciones.
Agradecido por el comentario y la visita…
Éxitos
Bilko
Nos encantan los espejos, pero no para ver nuestros puntos débiles o defectos, sino para fingir que somos más bellos de lo que parecemos.
Descubrimos lo que nos molesta rápidamente en otros, porque simplemente lo tenemos dentro. Si así no fuera, pasaría desapercibido o sin hacernos tanto ruido, pero como lo conocemos, sabemos cómo es… enseguida nos identificamos, juzgamos y hasta condenamos.
Como dices, empezamos por ser comprensivos con nosotros mismos, reconociendo nuestras propias flaquezas y desde allí, podemos ir con más got nobleza a mirar nuestros espejos.
Abrazote.
Gracias Awilda por tus bellas y acertadas palabras.
Éxitos y bendiciones
Bilko
Observar sin juzgar …gracias abrazo de luz para todos