Recientemente me vi en una posición complicada en la cual, me involucré para hacer algo con lo que en principio no estuve de acuerdo, pero luego de una reflexión, quizás más breve de lo que hubiera deseado, cambié de opinión y terminé comprometido con el resultado final de esta acción que implicaba la participación de un nutrido y variado grupo de personas, todas hermanadas por principios de formación, pero definitivamente con puntos de vista encontrados.
La duda siempre estará presente como la sombra del miedo que aparece al momento de llevar a cabo una labor importante.
El enemigo siempre hará su mejor esfuerzo para que las acciones de amor no se concreten, para que los designados para tal fin, desistan porque hacerla “no vale la pena” o porque “estoy seguro que no lograré lo que todos esperan de ella”. Pero la verdad es que a mayores contratiempo, más razones hay para llevarla a cabo, no hay desperdicio en los actos inspirados por Dios y toda acción generará un resultado.
La invitación de hoy: Recuerda que no podemos controlar las emociones, solo aprender a vivir con ellas, así que canaliza el miedo cuando aparezca para que no te paralice, sino que te impulse a la acción, si sientes la inspiración, no permitas que nada te detenga, porque esa inspiración es Dios hablándote al oído.
Todo lo mejor para ti.-