
Hay ocasiones en las que todo marcha de manera muy armónica, sin interrupciones ni contratiempo, tan fluidamente que me cuesta trabajo creer que soy yo el protagonista de esa historia. Teniendo algo de consciencia, todavía me cuesta trabajo entender los mecanismos que hacen que funcione la atracción hacia las cosas que deseo para mí, y a pesar de ello, esta, la ley de atracción, actúa de manera disciplinada y consistente, brindándome los resultados que de manera inconsciente he creado, ya sean favorables o no.
Cuando avanzo en debo cuidar mis pensamientos de manera tal que no entorpezcan la acción de Dios en mi vida.
La duda es normal, más cuando ha transcurrido un tiempo importante sin tener aciertos en materia de resultados, pero llega un momento en el que los muchos “fracasos” muestran su belleza al colocar de manera expedita y casi imperceptible, las herramientas para la solución de situaciones de conflicto personal.
La invitación de hoy: Sabe que los momentos de armonía aparecen cuando tomas la mano de Dios y comienzas a andar su senda, lo demás son solo lecciones propiciadas por los egos que nos invitan permanentemente a querer tener la razón.
Todo lo mejor para ti.-