
Si tener fe es complicado, no te puedes imaginar el continuar el camino cuando sentimos que las fuerzas nos han abandonado. Pero esto es consecuencia de lo anterior, de no tener FE. La desesperanza es astuta, espera el momento más débil para comenzar su labor de socavar todo el trabajo que hemos realizado, en la misma forma como una caries destroza un diente si no la detectamos oportunamente.
La vida sigue su avance a pesar de nuestras vicisitudes, el tiempo es inexorable, no se detiene y nosotros tampoco, así sintamos que el mundo se ha detenido por las razones que sean.
Si, tienes razón al pensar que hay momentos de momentos, pero, si siempre hay uno, pero detente un instante, descansa, toma aire y continúa. Las pausas siempre deben ser para reflexionar, no solo para descansar.
La invitación de hoy: Ante las crisis, detente un instante, respira, responde a la pregunta ¿Dónde está mi fe? Responde pronto, piensa por un instante y date cuenta que todo es pasajero y que tú, debes continuar.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro A.
[…] Mantente avanzando, puedes evaluar y analizar sobre la marcha. […]