
Así es, si contribuyo a elevar la frecuencia vibratoria del planeta, también me beneficio personalmente al transformarme en una mejor persona, al impulsar mejoras importantes en mi salud física y mental y más importante, convertirme en un instrumento de servicio para el beneficio de otros. De allí la importancia de no solo alcanzar, sino mantener niveles de vibración alto.
Para mantenerse en alta vibra, es necesario un trabajo sencillo de hacer, pero enormemente complejo de llevar a mantener en el tiempo.
Estar consciente, todo el tiempo, de nuestro cuerpo, pensamientos y acciones es una tarea agotadora que, exige de nosotros un esfuerzo considerable, similar al que necesitamos hacer cuando deseamos cambiar de hábitos. Por ejemplo, estar atentos de no obedecer a nuestros gustos y deseos por el dulce cuando estamos a dieta, es agotador. Ahora imagina estar pendiente de cada pensamiento y cada palabra que pasa por nuestra mente, incluso estar consciente de esas acciones que hacemos de manera automática. Si lo has vivido alguna vez, tendrás idea de lo que te hablo.
Nuestras emociones y pensamientos, nos mantienen alejados del momento presente, que es el único donde podemos mantener un alto nivel de vibración.
Tal vez te preguntarás si la alegría o el entusiasmo no son emociones de alta vibración, y pues la verdad es que, si lo son, pero no tan alta como se requiere en estos momentos. Si bien, estás, las emociones buenas, nos ayudan a elevar la frecuencia, estas no poseen el poder suficiente para llevarnos un escalón más arriba y la razón ya ha sido explicada en publicaciones anteriores, que puedes revisar en este blog.
Por buenas que te parezcan la alegría y el entusiasmo, es importante entender que todas las emociones han perdido vigencia en este tiempo.
La invitación de hoy: Benefíciate de la práctica espiritual que se ajuste a tus gustos y sistema de creencias. Encuentra el camino y ándalo con disciplina.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias.