Mucho es lo que se ha venido escribiendo en las redes sociales y más los grandes gurúes de la espiritualidad, sobre que es necesario que la humanidad comience a andar un camino diferente, una zenda menos conflictiva y más amable, no solo consigo misma, sino que todo lo que le rodea, algunos pocos, los más didácticos, estilo Chopra, Yehuda Berg o los amigos de CRP, se dedican a enseñarnos como hacerlo de manera práctica y efectiva, aunque no todos apreciemos los resultados de manera inmediata.

Todo ejercicio de crecimiento espiritual contribuye a la elevación de a la frecuencia vibratoria personal y del planeta.

La meditación es un excelente ejercicio y si esta se realiza con un propósito claro y específico, mucho más efectivo el ejercicio. Puedes sentarte por 5 minutos a estar consciente de tu respiración y con ello estarás elevando tu frecuencia al ubicarte por 5 minutos en el momento presente, pero si a este sencillo ejercicio sumas alguna intención poderosa tal como, sanar algún malestar de salud, mejorar alguna conducta que te genere incomodidad, pues el avance será mayor.

Es importante entender que meditar no es solo cerrar los ojos y respirar profundamente.

Cuando alguien está en oración, entra en un estado de meditación profundo que surte un efecto poderoso en quien lo realiza. Por ejemplo, rezar el Rosario con atención e intención, potencia la práctica espiritual a un nivel muy alto, experimentado por quienes llevan a cabo este ejercicio de manera regular.

La clave está en dos aspectos importantes, la Atención y la Intención.

Puedes rezar el padre nuestro de memoria 100 veces seguidas, incluso rezar el Rosario por horas y no conseguir nada, si lo haces sin prestar la debida atención a las frases que repites, lo que significan y el poder que tienen esas palabras. Incluso si pones alguna intención en tu ejercicio, te darás cuenta que sin la atención adecuada, la práctica será solo un recital de frases, posiblemente sin sentido. Pero, si al hacerlo, pones atención, la misma que pondrías a tu respiración cuando meditas, entonces el efecto cambia y la magia comienza a suceder.

Hay muchas maneras de meditar, todo se centra en la atención.

Hay otras formas de hacer ejercicios de meditación, el Yoga por ejemplo involucra los movimientos del cuerpo en combinación con la respiración, y es en la concentración de los ejercicios cuando logras centrar tu mente en el presente. Así como el Yoga, están el Tai Chi, y las diferentes artes marciales. Siempre que combinen atención con intención, estarás en presencia de un ejercicio de crecimiento espiritual. Uno que verdaderamente contribuirá a la elevación de tu consciencia y la del mundo que te rodea.

La invitación de hoy: Comienza hoy mismo a fortalecer tu espiritualidad iniciando alguna práctica que te lleve a centrarte en el presente y de manera consciente. La que se te de mejor, con la que vibres estará bien. Medita, ora, haz Yoga, Taichí, la que más te guste, pero haz algo. Es la mejor manera de contribuir en este tiempo de cambios acelerados.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias.