La vida es un hilo continuo de situaciones inesperadas que suelen ponernos prueba, sin importar el tipo de emoción que se exprese, la lección está allí y es, estar preparados para lo que ni siquiera sabemos que vendrá. Es un poco confuso, ya que no saber que no se sabe, nos coloca en una posición de desventaja. Esto nos lleva a fluir con las situaciones de forma tal que podamos recibir la lección y aprenderla, en caso contrario nos veremos enfrascados en círculos emocionales, mayormente viciosos.

Si no somos conscientes, la emocionalidad alterada suele hacernos víctimas de eventos repetitivos a lo largo de nuestras vidas.

Pero ¿cómo se hace? Esperar lo que no sabemos que vendrá, ¿De que manera nos preparamos? No hay manera de prepararse, al menos no como pudiéramos concebir un plan previo. La única manera que he aprendido para gestionar lo inesperado es permitiendo y aceptando la ocurrencia del evento sin resistencia alguna.

Permitir, darme permiso de vivir la experiencia es la única mejor manera de fluir a través de la experiencia.

Pero, si, como siempre hay uno. Cuesta un esfuerzo enorme ya que, nuestra emocionalidad se interpone queriendo prevalecer con nuestros deseos, quereres o anteponiendo necesidades (mayormente inexistentes). Pensamientos y emociones que expresamos por la vibración de los egos, los cuales se manifiestan y promueven malestares, casi siempre innecesarios.

La invitación de hoy: Fluye y si no te es posible, entonces deberás revisar tus emociones, identificarlas y canalizarlas hacia el aprendizaje que traen consigo tus experiencias.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias.