Necesitamos avanzar con prontitud, sin demoras ni distracciones y para ello es menester que tengamos disciplina en nuestras prácticas espirituales, así estas tengan que ver con tus ejercicios religiosos. Lo digo de esta manera porque, aunque vayas a misa o a los rituales de la religión que practiques, no necesariamente estás avanzando espiritualmente. Al menos no, hasta que hayas identificado a tus egos y tengas la firme intención de superarlos.

A estas alturas es claro que religión y espiritualidad son dos conceptos vinculados, pero diferentes.

De acá mi insistencia. Si has logrado ser disciplinado en tu actuar religioso, es urgente subir al siguiente nivel y ser disciplinado con tu espiritualidad. Si oras con regularidad y la frecuencia necesaria, te corresponde afinar el oído par escuchar la voz de Dios en tu interior. Si predicas los preceptos religiosos, es necesarios que actúes en función de estos de manera consistente y permanente. También corresponder conocerte a profundidad y para ello es necesario la soledad y el silencio. Todo esto requiere disciplina.

El quehacer espiritual está en un momento importante debido a los cambios humanos y planetarios.

Se que es mucho incluir los cambios cósmicos que inciden directamente en el planeta y consecuentemente en la humanidad, pero esto también requiere de atención y estudio, ya que, parte de los misterios religiosos tendrán su explicación en ciencia que está próxima a ser expuesta, sin que esto reste valor a los hechos y realidades impuestas por estos misterios. Todo lo contrario, como he comentado anteriormente sobre uno de los lemas del Centro de Estuidos Kardem. Estamos en tiempos en los que es necesario comenzar a saber, para poder dejar de creer.

Al comenzar a saber, dejamos de lado el pensamiento mágico que nos distrae de la verdadera espiritualidad.

La invitación de hoy: Desde hoy, crea tu propia disciplina y expande tu espiritualidad.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias

QAnon