
Como comenté en el artículo de ayer, estas tensiones son aprendidas o adquiridas como vicios en el momento en que estamos aprendiendo a hacer algo. No necesariamente significa que aprendimos mal, sino que adquirimos un vicio imperceptible, al menos hasta que ha transcurrido un tiempo considerable y sus consecuencias, percibidas con claridad.
Nuestro cerebro tiene la función de grabar los aprendizajes de manera fotográfica.
Esto quiere decir que, si aprendemos a conducir un automóvil con los hombros contraídos y no corregimos la postura desde el comienzo, entonces, realizaremos esta actividad con una tensión innecesaria, la cual, a la larga, traerá consecuencias a las cuales, no encontraremos motivo.
Cuando aprendemos algo con vicios o hacerla de mala manera, nos costará mucho corregir, a menos que nos hagamos conscientes.
Cuando nos hacemos conscientes, nos damos cuenta y con ello, podemos comenzar a corregir, a cambiar de hábitos de manera menos compleja y con menos resistencias. En caso contrario, nos costará encontrar lo que no estamos haciendo bien y con ello corregir.
La invitación de hoy: Hazte consciente.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias
Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
ES VERDAD 🙂