Ciertamente, como mencionaba en la publicación anterior, vivir sin juicio es poco menos que inevitable, aun así, es un ejercicio que procuro realizar a diario, especialmente cuando me logro dar cuenta de que mis pensamientos, están orientados en proteger lo que considero verdadero y bueno, en lugar de “permitir” lo que ocurre a mi alrededor, como parte de un guion.
Toparme con alguna persona apurada en la carretera, mirar a alguien fumando un cigarrillo o maltratando a otra persona. Son solo algunos eventos que me ponen en modo juez.
Unos segundos más tarde, la consciencia toma el control y diez respiraciones más tarde (pueden ser 20 o 50), todo baja de nivel y algunas horas más tarde, el evento está sepultado bajo otra miríada de ellos. La diferencia de hoy vs antes (uno 5 años atrás), es que el evento queda enterrado como algo verdaderamente irrelevante, sin mayores rastros emocionales de rabia ver el mundo diferente de como “Yo quiero, deseo, anhelo que sea o como debería ser”.
El mundo es como es, porque es la forma en que tiene que ser.
La invitación de hoy: Comprende que desear que el mundo sea ajustado a mi medida, es desear que el resto de las personas que habitan el planeta, deje de aprender lo que ha venido a aprender a través de las experiencias que ha elegido vivir. Una vez hayas asimilados este pensamiento, habrás elevado tu consciencia a un grado superior.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias