Siento que a pesar de la limitación de las palabras y del propio criterio que empleo en este espacio para transmitir mis ideas, en los pasados artículos fui bastante extenso en comunicar mi pensar sobre el hecho que me llama poderosamente la atención y que ha dado pie a querer saber más e inmiscuirme, no solo en el estudio (al cual me hubiese gustado dedicarle más tiempo), sino también a la práctica de las ideas de la metafísica, la meditación trascendental y más recientemente el misticismo y filosofías orientales; esté relacionada con la diferencia en la velocidad de cambio que experimentó la humanidad durante el siglo XX. Este cambio que haabracado y abraca todos los aspectos de la vida humana y que fue impulsado y potenciado por la revolución tecnológica que tuvo su nacimiento con la física cuántica a principios del siglo XX.

Somos parte de algo tan grande, extenso, complejo y minucioso, que nuestra mente limitada es incapaz de, siquiera imaginar.

A pesar de esta limitación hay seres que han logrado tener algún atisbo del lugar en el que nos encontramos como civilización y debido a su propia naturaleza, esta visión es tan grandiosa que no hay palabras para expresar lo que han vislumbrado. Grandes gurúes de la historia como Confucio, Buda, Jesús, por nombrar algunos de los más respetados en estos tiempos y quizás por su naturaleza “divina” (preferiría decir desconocida), han tenido la lucidez de transmitir lo que sabían cómo cierto y dejarlo como legado. Por su parte, otros que han tenido esta misma oportunidad, pero empleando un camino un poco diferente, encontraron la manera de entender el complejo y abstracto lenguaje de las matemáticas, único capaz de poder expresar los resultados de los experimentos. Como puedes ver, por más que intente transmitir la idea de lo que he visto, esto no será posible por esta vía y si a eso le sumamos las barreras que establecen los sistemas de creencias, más complejo se hace este trabajo.

De cualquier manera, haré mi mejor esfuerzo por aproximar mis ideas con la intención de compartir y sembrar inquietudes que te lleven a encontrar un camino hacia tu propia iluminación.

Ya sabemos que el mundo y sus condiciones cambian continuamente, algo lógico de esperar cuando se vive en un sitio que se mueve permanentemente y que además, forma parte de un sistema de que tampoco para de moverse. En tal sentido es menester plantearse que no somos los primero y tampoco seremos los últimos que habiten este planeta y si esto es así, también cabría plantearse el hecho de que, si hubo alguien antes, como comenzaron y que les ocurrió que ahora mismo no están aquí con nosotros. Pues bien, estas inquietudes que tuve hace muchos años, han encontrado una respuesta en el concepto de la evolución. Así es, los que vinieron ya no están porque evolucionaron y lo mismo nos ha ocurrido como civilización. No en 2000 años de historia occidental judío/cristiana, tampoco en 5000 que suman los árabes o los chinos. Sino en los aproximados 200/300 mil años desde los primeros homínidos hasta el homo-sapiens ya de camino a transformarnos en homo-sapiens-sapiens.

La invitación de hoy: Hazte consciente de que Todo evoluciona, por más que nos hayan gustado los 80, no hay manera de recrearlos, tampoco de volver. Solo queda soltar y seguir el camino. Entonces si todo evoluciona, no hay porque dejar de lado el hecho de que muchas de las creencias que tenemos no son más que una forma de mirar lo que podemos llegar a SER, entiéndase, seres de luz (ángeles, arcángeles, etc…), seres con consciencia crística (como Jesús de Nazareth), seres que alcanzan el estado Búdico (como Siddharta), entre muchas otras figuras de imaginario colectivo.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias