Parte del proceso de percibir y estar en el presente consiste en transformarnos en observadores de nuestra realidad. Esto es algo que han hecho grandes pensadores de la humanidad a lo largo de la historia. Desde científicos hasta filósofos y artistas, todos atestiguan haberse convertido en asiduos observadores del mundo que les rodeaba. Isaac Newton, Einstein, Dalí, Picasso, Sartré, Kandinsky y una larga lista de seres que lograron cosas verdaderamente extraordinarias y que, a su vez, contribuyeron al desarrollo de la humanidad.

Observar en lugar de ver, escuchar en lugar de oír.

Cada quien desde su sistema de creencias y su nivel de percepción, se hace un mapa del territorio, con caminos a recorrer, personas, escenarios y situaciones que le llevaran al crecimiento, siempre y cuando esté lo suficientemente atento para: a) no repetir lecciones y b) crecer como ser humano. En este caso, no me estoy refiriendo a ningún tema holístico en particular, sino más bien a la espiritualidad pura como es comprendida en las culturas orientales. El individuo contiene y a su vez es contenido por la inteligencia superior (Dios, El Universo, La divinidad, etc…)

Esto es la espiritualidad en su esencia más básica.

Entonces, al ser contenedor y estar inmersos en el campo de todas las posibilidades, nos corresponde ver más allá de lo evidente, pero no en el mundo que nos rodea, sino en nosotros mismos. Una mirada introspectiva que nos permite ser observadores de la experiencia de vida que hemos creado. Observar con detenimiento, ser protagonista espectador al mismo tiempo, con el poder de controlar las decisiones del personaje que representas.

Observar con plenitud de consciencia nos da el poder de entender todo, a nosotros y al mundo alrededor. Tanto los porqués, como los para qué de la situación, así como el verdadero rol dentro de la escena.

La invitación de hoy: Conviértete en el observador, ya en los artículos anteriores te doy pistas de como hacerlo a través de la atención a tus sistemas de percepción. Si ya tienes práctica, excelente, te toca mejorar y si apenas estás comenzando, ten paciencia contigo, es un proceso y las velocidades son completamente individuales.

Tode lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias