
Ser auto-críticos es bueno, en la medida en que tomemos nuestras observaciones como un medio para ser mejores personas. Pero en la mayoría de los casos, la crítica, propia o externa, suele ser rechazada o entendida como tal y es en este punto cuando entra en juego la inteligencia emocional. Puede que recibamos un comentario contundente de alguien Sigue leyendo
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