
Después de atravesar un camino que pudiera llamar, desventurado, me encuentro en un momento de satisfacción muy difícil de describir con palabras. Hacer caso a la palabra de Dios es complejo cuando me empeño en que mi plan es mejor que el de él. No fue sencillo, pero a regañadientes seguí las quedas instrucciones que percibía entre el ruido de mis Sigue leyendo