
La inspiración es divina y para sentirla solo necesitamos conectarnos con esa esencia que es nuestra y que siempre ha estado, está y estará con nosotros. Es como conectarse con una fuente infinita de energía que, sin lugar a dudas, genera una mezcla indescriptible de emociones. Una alegría que dan ganas de llorar, o una rabia que transmite felicidad entusiasta. Guao, vaya sensación esta de andar inspirado.
Al que está inspirado no lo para nadie, al que anda inspirado siente entusiasmo y estar entusiasmado es andar con Dios por dentro y si Dios está contigo nada te puede detener, la fuerza más poderosa, el amor, avanza dentro de ti impulsándote contra cualquier obstáculo llenándote de la energía suficiente para superarlos. Estar inspirado es vivir en conexión con lo que haces, con lo que vives, genera pasión y esa pasión es la que contagias a tu alrededor invitando a los demás a acompañarte en tu propósito.
Ahora bien, esto es maravilloso mientras dura, pero la mayoría de las veces es algo momentáneo, o lo suficientemente temporal como para pensar que fue por poco tiempo. Cuando estamos inspirados nos perdemos tanto en las emociones de alegría que casi ni nos damos cuenta de las cosas que vamos logrando. Se nos olvida el tiempo, no hay enemigos internos o externos que frenen nuestro avance, enfocamos nuestra atención a una sola cosa: Lograr lo que nos propusimos. Aun así ese entusiasmo no es más que una guía para

decirnos cuál es nuestro verdadero camino.
- Toma papel y lápiz y comienza a numerar las veces en las que te has sentido indetenible. Desde que recuerdes hasta el momento presente
- Conéctate con los momentos, que sentiste al hacer aquel dibujo, terminar la maqueta, pasar un mensaje en una presentación o aprobar aquel examen de la materia que te llevaba en apuros durante la universidad.
- Como puedes conectarlo con algún proyecto en el momento o situación en el presente que te mantenga agobiado.
- Por un momento olvídate de los problemas, del dinero, haz esto en tu tiempo, así sea de a 5 minutos en 5 minutos.
- Veras y sentirás como puedes hallar soluciones distintas a cada situación, unas en las que no habrías pensado desde tu razón.
Vivir inspirado requiere de valor y voluntad, no se trata de suerte o de que Dios te tocó, lo que verdaderamente ocurre es que tú le dejas entrar apagando tu razón.
Todo lo mejor para ti.-