Por muy fuerte que seamos, todos tenemos un lado débil y siempre aparece una situación en las que el ego se activa generando las emociones de las que el enemigo interno se alimenta, ira; rabia; tristeza; miedo, entre otras. Por ahora Sabe que los egos y el enemigo interno son energías muy distintas.

El trabajo espiritual, como ya hemos comentado en varias ocasiones, requiere de mucho valor para iniciar, y disciplina para mantenerse en el camino de la iluminación, una senda que todos transitamos, sabiéndolo o no. Esto obedece a que al enfrentarnos a nuestra espiritualidad, obligatoriamente debemos hacerlo con nuestro lado más oscuro. Siempre es necesario limpiar para mantener la luz brillando y esto implica tener que ver y sacar la basura de vez en cuando. Ahora bien, si te sientes bien con tu espiritualidad recuerda que siempre tendrás un lado flaco y te presentarán la prueba en el momento menos pensado.

Por alguna razón, mientras más espirituales que seamos, Dios se encarga de mostrarnos cuanto nos hace falta por crecer poniendo a nuestro paso, personas y/o eventos que revuelven de lo más profundo, algunas emociones que sentíamos que ya estaban superadas. Suele ocurrir mucho con nuestras parejas o algún familiar, quienes de alguna manera, terminan haciéndonos el mejor de los servicios al mostrarnos ese lado oscuro que no queremos ver en nosotros mismos. El resultado, eventos de rabias o tristezas profundas que nos impiden ver qué es eso que debemos mejorar. Si te animas a mejorar en algo, ten presente que.

• Siempre podemos utilizar nuestro entorno como un espejo que refleja lo que llevamos por dentro.
• El mejor indicador de si eso que no te gusta está en ti, es la magnitud de la emoción que te genera. Si el tamaño de la rabia, del miedo o la tristeza.
• Si piensa o pronuncias la frase, “Es que yo no soy así…” o alguna de sus variantes, más peso cobra el punto anterior.
• Mirar estas cosas no es tarea sencilla, pero si es muy sanador.

El verdadero trabajo espiritual consiste en mirarnos y estar atentos a nosotros mismos, permanentemente. Si a cada instante, solo así seremos capaces de ver lo que no queremos ver y poder hacer el cambio.

Todo lo mejor para ti.-