
Cavilando entre las ideas que brotan por segundo, buscando con atención la que más resalte por su brillo o su armonía, la vibración también cuenta, mejor en la combinación de todas las sensaciones que inundan los sentidos y abruman tanto al cerebro que la mente, se pierde y por instantes cesa en su operación, atónita, sumida en la conexión de algo que no comprende porque simplemente está más allá de su funciones, pero aun así, no deja de admirar lo que le inunda.
De cualquier manera no para en su afán de encontrar respuesta a las preguntas que aún no se formulan, cuestiones insolubles en el tiempo pues corresponde a este resolver sin prisa. Impaciente y ansiosa la mente se desborda en palabras, frases, expresiones que sin parar tratan de describir lo que se está sintiendo, ¿Qué es? Se pregunta sin parar, pero no hay respuesta, nada de lo vivido se le parece, pero ¿será? Se pregunta vacilante, – No lo creo, se responde así misma llenando los espacios vacíos con dudas y miedo. Los brillos se apagan, la melodía se detiene, la vibración desaparece y al instante, pierde la conexión.
Esto es lo que ocurre cuando comenzamos a querer saber permitiendo que sea el ego quien tome el control y nos llene de dudas, de preguntas cuyas respuestas no encontraremos dentro de nuestras cabezas sino en nuestros corazones. La conexión con Dios es como una taza de chocolate caliente que, bebida con cuidado no nos quemará y al mismo tiempo traerá paz y armonía a nuestros corazones.

- Perdemos la paz cuando damos cabida a la duda y esta nos genera miedo, por pequeño que sea nos perturba.
- La función de la mente es hallar respuestas y soluciones a los problemas, Dios no está en ninguna de esas listas.
- Por alguna razón solo se nos permiten breves instantes de conexión, no los desperdicies pensando o dudando.
- La presencia de Dios está en todo lo que es y en todos nosotros. Una manera de encontrarlo es en el servicio de los demás.
Los milagros siempre están ocurriendo es solo que no prestamos suficiente atención o queremos que los milagros sean los que nosotros queremos. Desacelera, tomate un chocolate caliente y disfruta del camino.
Todo lo mejor para ti.-
Cierto es que acelerar complica, también es cierto que intentar dar todo lo posible y lo mejor está inscrito en el pacto… bendiciones, motivador escrito..
Recuerda siempre tomarte un chocolate caliente…jejejeje ayuda a mantener la calma y al mismo tiempo inspira para seguir el camino.
Gracias por tus comentarios
Dios te bendiga.