Alejado.

Siempre nos alejamos de nosotros mimos. La razón casi siempre es el miedo.
Siempre nos alejamos de nosotros mimos. La razón casi siempre es el miedo.

Vivir la vida de manera intensa no solo se refiere a llevar una vida de aventuras y riesgos, se trata más bien de poner intensidad a las sensaciones que vamos teniendo en el camino. Pero para muchos se trata de simplemente dejarse llevar por los impulso (ojo, no la intuición) de hacer lo que les provoca sin considerar que muchas veces lesionamos a quienes nos rodean y lo que es verdaderamente un problema con esto es que lo hacemos desde el ego. Mantenerse en la impulsividad de hacer lo que se nos viene en gana nos hace crear distancias de aquellos a quienes amamos generando vacíos muchas veces insalvables.

La otra cara de la moneda está en que sin importar que seamos impulsivos o extremadamente conservadores, algo en nuestro interior siempre se verá afectado por las decisiones que tomemos en el camino para alimentar o satisfacer al YO que demanda con más fuerza.

  • Alejarse de una vida familiar, irremediablemente lastima al YO independiente, aventurero que todos tenemos
  • Caso contrario, alejarse de las aventuras y el riesgo, lesiona al YO familiar interdependiente y maduro.
El balance está en nuestro interior, no afuera cuando escapamos de nosotros mismos.
El balance está en nuestro interior, no afuera cuando escapamos de nosotros mismos.

Sea cual sea la condición, habrá un precio que pagar por la vida que escojamos, así está diseñado y es así como crecemos. ¿Por qué es así? Pudiéramos debatir sobre el tema y no llegaríamos a un acuerdo al respecto, así que mejor enfoquemonos para poder vivir mejor alejados de lo único que es menester alejarse, del sufrimiento.

  • No se trata de reprimir gustos, sino de contener y canalizar.
  • No es renunciar a libertades, sino de balancear el estilo de vida de manera tal que haya para ambos YO.
  • No es tolerar, pues esto es del ego, se trata de la aceptación de una realidad que siempre es favorable para nosotros así no lo entendamos.

Aún estamos en el mundo de la dualidad donde las cosas son blancas o negras, con sus respectivos grises, pero en definitiva con extremos. Nos corresponde estar más atentos a eso que valoramos para poder identificar la manera de alejarnos del sufrimiento y acercarnos a la armonía que es el principio de los momentos felices.

Todo lo mejor para ti.-

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