Mi sonrisa es mía.

Úsala, es la mejor decisión, incluso en los peores momentos.

La alegría es algo que nadie puede robarse, por más que lo intente, no podrá jamás, a no ser que le dé permiso. Si, lo sé y comprendo perfectamente que esto parece un cliché más, pero ¿Has intentado alguna vez mantener la sonrisa “sincera” en un momento de dificultad? Hacerlo requiere de un positivismo total, ese que te hace saber que esa pequeña acción puede lograr un cambio en lo que te rodea a pesar de lo que piensen los demás.

Cada quien tiene la alegría por dentro y la capacidad de expresarla en todo momento.

Pensar en positivo impulsa el desarrollo de mi potencial como SER, mi conexión con la intuitividad, así como el fortalecimiento de mi carácter y con ello mi resiliencia.

La invitación de hoy: Comprende que tu alegría es tuya, que la fiesta está donde tu estás sin importar las circunstancias.

 

Todo lo mejor para ti.-

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