
Parte del trabajo que corresponde hacer es auto-evaluarme, la base, nada más que mis metas, esas que establecí en algún momento y guían mis decisiones desde entonces. La evaluación debe ser continua a fin de comprender la manera en cómo voy superando los retos planteados y evaluar si es necesario exigirme más o replantear los plazos para el logro, eso sí, jamás desistir del objetivo.
Una de las limitaciones halladas a la hora de establecer metas es el temor a las evaluaciones, las cuales normalmente dejamos para el final del período trazado, encontrando en la mayoría de los casos, poco o ningún avance
El tiempo pasa de prisa, especialmente cuando vamos distraídos con el día a día. La evaluación de nuestro propio progreso también es una herramienta para mantenernos conscientes en el aquí y el ahora.
La invitación de hoy: Establece tu programa de evaluación, con fechas y tipos de medición. Ya han transcurrido casi 20 días del 2018, y tu ¿Ya sabes cómo van tus metas?
Todo lo mejor para ti.-