
Las personas necesitamos del servicio para generar en nosotros un sentido de utilidad, es por esta razón que sentimos compasión con aquellos que están en desventura, trasgrediendo muchas veces la delgada línea que separa esta manera de conectarnos con los demás de la lástima y la arrogancia que nos llevan a prestar servicios desde la búsqueda de retribución y/o reconocimiento.
Cada quien vive en un nivel de consciencia del que evolucionará a través del aprendizaje basado en las emociones.
Es aquí donde solemos perder la brújula del servicio, pensando que nuestra experiencia ayudará a otros de la misma forma que lo hizo con nosotros, olvidando que cada experiencia vivida es individual y con un fin único e irrepetible y que esa otra personal solo avanzará cuando alcance el nivel de consciencia que le permita, no solo entender sino superar la experiencia vivida.
La invitación de hoy: Ayuda a los demás desde la compasión, evitando la lástima y observando que el deseo de servir no provenga del ego, sino genuinamente de tu corazón.
Todo lo mejor para ti.-