
Como seres humanos, todos poseemos defectos y virtudes y desatacan quienes demuestran sus virtudes a través de la disciplina en la acción, es decir, quienes demuestran que son buenas personas a través de su actuar integral, en el que sus acciones son consecuencia de sus palabras y por ende, provienen de sus pensamientos. La mejor manera de ser virtuosos es a través del mantenernos consecuentes con valores y principios morales que sumen al bienestar propio y de quienes nos rodean.
Nuestros valores se transforman entonces en el sistema guía o de navegación hacia una vida con propósito.
La invitación de hoy: Se honesto contigo y enumera tus virtudes, esas que actúas consecuentemente, luego haz otra lista que contenga aquellas virtudes que deseas desarrollar y encuentra que valores te guiarán hacia ellas. No es una tarea sencilla, pero hacer consciencia del punto en el que te encuentras te ayudará a avanzar más rápidamente hacia el SER en que quieres transformarte.
Todo lo mejor para ti.-