
Cuando me siento listo para ser o casado de lo que soy, no me queda más que decretar que en esta oportunidad si lo hago (mejorar). Pero más veces de las que me gustaría reconocer, esta afirmación se queda en una promesa incumplida que me mantiene siendo lo que siempre he sido y la gran pregunta es ¿Cómo cambio esto? La respuesta es variada y depende de la situación en la que me encuentre, pero en definitiva he comprendido que solo querer no es suficiente, es necesario encontrar una razón para hacerlo realidad.
Las motivaciones son meramente individuales y con la fuerza suficiente para generar el impulso inicial y las ganas de continuar cuando las fuerza de voluntad se disipa.
¿Qué puede ser más motivación que el logro por y/o para sí mismos o alguien de nuestro afecto? Quien tiene hijos comprende el poder que tiene el querer lograr para ellos, aun así, algunos lo desean para darles, otros para mostrarles un camino. Quien no los tiene, se centra en alcanzar el éxito expresado en la manera como lo conciba en su mente, adquiriendo bienes, viajando, logrando influencia o fama, entre otros.
¿Qué otra motivación pudieras tener, siendo venezolano, para ser mejor el día de hoy? Más allá de demostrar que si puedes, ¿No está el sentido de saberte mejor de lo que te han hecho creer con esta crisis? Nadie puede robar la alegría y/o el entusiasmo de nadie, a no ser que se lo permitan.
La invitación de hoy: Encuentra el entusiasmo y centra tu atención en lo que deseas lograr, enfócate con mira láser hacia lo que sueñas con lograr, solo así colocarás a tu mente en modo productivo, entrarás en contacto con tu SER y los caminos de prosperidad, abundancia y logro se abrirán ante ti. Una vez más, no me creas, pero haz la prueba, total, no tienes nada que perder.
Todo lo mejor para ti.-