Cuando vivo en automático, es decir, dependiendo únicamente de mis emociones reflejo consecuencia de la acción de mis egos, difícilmente me doy cuenta de mi capacidad creadora, esa que me permite crear realidades de manera permanente. En tal sentido, todo éxito, es decir, todo hecho que acontezca que se parezca a lo que deseo, pasa a ser una mera coincidencia o por llamarlo de la manera más común, suerte.

“Darme cuenta conscientemente de la realidad”, implica mucho más que la simple aceptación del hecho real que soy creador, sino que tiene implicaciones en todo mi SER, tanto físico como espiritual.

Es poco importante el hecho de no entender o compartir los temas religiosos, holísticos o espirituales, la consciencia trasciende a la “realidad” creada por los egos” (lo que creo que es y lo que creo que soy) permitiéndome tener certeza de lo que siempre he sabido y apenas comienzo a recordar. Esto no solo se sabe en la mente, sino también en el corazón y es esta combinación la que impulsa mi avance hacia nuevos estadios de sabiduría.

La invitación de hoy: Comprende que, lo que fue únicamente volverá a ser si y solo si tú así lo quieres, en caso contrario, debes hacer un esfuerzo para acallar tu mente y actuar como observador pasivo para que puedas apreciar todo lo que has aprendido sin darte cuenta.

Todo lo mejor para ti.-