
Al establecer conexión con la divinidad, las circunstancias pasan a un plano de poca relevancia, el entorno se transforma en un escenario maleable en el cual puedo establecer los parámetros de diseño, dimensionando nuevas realidades las que, a su vez, se tornan más amables y favorables hacia las cosas que en este nuevo estado de conciencias, comienzo a comprender como necesarias.
Las circunstancias están conformadas por el maya ilusorio de la realidad en la que vivo, siendo esta un espejismo que sirve a los propósitos del aprendizaje.
Lo que yo creo que soy y lo que creo que es, es solo la ilusión de imperfección que cumple propósitos más elevados, entre ellos aprender lecciones, servir a los demás en sus aprendizajes y enriquecer el espacio con acciones creativas inspiradas por Dios.
La invitación de hoy: Vive en el presente y transfórmate de testigo víctima de las circunstancias en protagonista y co-creador de nuevas realidades.
Todo lo mejor para ti.-