
Se que escribí ayer que el encierro puede ser visto como algo mágico, un evento que ha logrado hacer que muchos nos demos cuenta de situaciones y realidades muy complicadas de apreciar bajo la perspectiva de quien está inmerso en las cotidianidades. Pero reconozco que no todos están preparados para afrontar un cambio tan extremo como el que nos ha tocado vivir. Es como alguien quiere perder algo de peso y comienza una dieta restrictiva que le impido por completo dejar sus hábitos alimenticios de lado, lo se porque lo he visto de cerca, la persona se descompensa por completo hasta el punto de ocasionarle pérdidas de conocimiento. Nada agradable de presenciar, a decir verdad.
La restrictividad absoluta requiere de preparación y nada nos ha preparado para esta cuarentena.
Hace mucho tiempo, tuve la oportunidad de compartir varios días de trabajo con un compañero judío, él era practicante y en ese momento se encontraba haciendo un ayuno de preparación para el Yom Kippur (el día del perdón). Él me comentó que para llegar a hacer un ayuno según lo ordena la Ley Judía, debía preparar su cuerpo, ya que el mismo no aguantaría un ayuno tan severo sin antes haber acondicionado, no solo su cuerpo, sino su mente para tal fin.
El fortalecimiento del carácter toma tiempo y requiere de mucha preparación mental.
En el caso que nos ocupa, el del encierro involuntario, es menester comenzar a preparar nuestra mente con el encierro en pleno desarrollo. Esto implica comenzar canalizar la ansiedad que genera la falta de actividad y/o el cambio de rutinas.
La invitación de hoy: Nutre tu mente, lee libros, participa en webinars y conferencias en línea sobre como gestionar el estrés. Hoy en día hay muchas personas que aportan sus conocimientos y la mayoría de ellos sin costo alguno. Toma ventaja de la situación y no permitas que tus egos tomen el control. Recuerda, mantén tu vibración elevada y así podrás mantener el contacto con tu divinidad.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias.