
A ver, me había negado a escribir sobre el tema de moda, pero las circunstancias me seducen y el mensaje publicado en IG por mi amiga L.Y. me conmovió de tal manera que, simplemente no pude irme a la cama sin descargar unas cuantas palabras sobre un papel en blanco. Cuando sea el momento les contaré más al respecto, pero, por lo pronto, el tema que me ocupa hoy es otro y está relacionado con lo que ha venido despertando en las personas el encierro forzado.
Ciertamente nos hemos dado cuenta de muchas cosas en los últimos 30 días (en algunas partes del planeta más que en otras) y de ella destacan la consciencia sobre el daño que hemos causado al planeta y el servicio colectivo, la ayuda al prójimo en momentos de calamidad. Siempre ha habido personas que brillan en la oscuridad y en momentos como estos, suelen brillar más de lo habitual.
Como por arte de magia, hemos descubierto un mundo nuevo o, mejor dicho, nos hemos encontrado con un mundo que siempre estuvo en nuestras narices y habíamos querido verlo.
Ahora todo es novedad. Música en los balcones de los apartamentos, aplausos a las 20:00 en agradecimiento a quienes están entregándolo todo por el bienestar de muchos, personas con las que ocupábamos un espacio común, pero a las que no dedicábamos la suficiente atención, son solo algunos de los re-encuentros más destacados. Pero siempre queda el resabio de los egos, esos que nos hacen añorar cosas que posiblemente no podamos repetir en mucho tiempo, los que nos hacen entristecer por la partida de seres queridos o que nos ponen en estados alterados de rabia o frustración por el encierro en sí mismo y es este el enemigo que hay que mirar de frente.
El virus es un enemigo externo, pero es el interno el que causa el mayor de los daños.
Es menester vivir la cuarentena un día a la vez, pero en el momento presente y con la consciencia del rol que le ha tocado desempeñar a cada quien. Comprender que el fallecimiento de algunos, está en las manos del creador y no en la de los que propagaron el virus. Que todo lo que ocurre es perfecto, así no pueda o quiera entenderlo y que la ansiedad por salir, no es más que un deseo egoísta.
La invitación de hoy: Vive en el momento presente, solo así podrás expandir tu consciencia y alcanzar el nivel de comprensión de lo que verdaderamente ocurre a tu alrededor.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias.
Gracias Padre por el bien que hay en está situación.
Amen.