
Una de las prácticas que he venido realizando de manera (más o menos) disciplinada, es la que les he estado recomendando desde principios de año. Estar en el presente se ha hecho algo cotidiano y por instantes, he podido constatar que mis recomendaciones son veraces y ciertas. El mundo del presente es totalmente diferente a la realidad del maya (la ilusión, una imagen ilusoria o irreal. Más concretamente en el hinduismo se suele considerar que la realidad o todo el universo de cosas fenoménicas y que aparecen como existentes son ilusorias) en el que “vivimos”.
La realidad es tan diferente que, si no te preparas bien, puede abrumarte de tal manera que jamás desees volver a tener esa conexión.
Esa realidad es el enemigo principal de los egos en su estado actual. Si bien no es posible eliminarlos por completo, si se pueden llevar a cabo una serie de ejercicios que harán que los egos disminuyan su influencia sobre nuestro comportamiento, permitiendo el espacio necesario a la divinidad. A todas estas puedes estarte preguntando ¿Por qué la divinidad no interviene y ya? Porque acordamos vivir en este plano evolutivo según el Libre Albedrío y somos libres de permanecer en el estado en el que estamos, así este no sea el mejor de los estados.
En la ausencia de egos, permitimos que Dios se manifieste sin las distracciones de los pensamientos sobre el pasado o el futuro.
Entonces se trata de permitir, no de forzar o buscar, mucho menos ordenar o controlar, se trata de permitir. No voy hacia Dios, permito que venga hacia mí. Entonces y solo entonces, las manifestaciones comienzan a suceder de a poco, en la medida que me preparo puedo apreciar y percibir más. Tal como si estuviera entrenando mi cuerpo para alguna actividad física, mi mente, mis emociones, mi ser todo debe prepararse para el incremento de la vibración, que es consecuencia de vivir en el presente.
En el presente no siento, solo percibo lo que hay dentro de mí. En el presente no hay emociones, solo soy.
Al percibir mi ser y el entorno en el que estoy puedo trasladarme a cualquier sitio y conectar con mis cuerpos sutiles donde quiera que se encuentren. Pero esta conexión no es automática, requiere de esfuerzo dedicado, ordenado y disciplinado. Sin la preparación adecuada, caeremos en la trampa de los egos, que nos harán creer que estamos en el camino correcto.
La invitación de hoy: Entrena para poder estar en el presente.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias.
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A entrenar. Gracias