
Este si que es un punto sensible para todos, al mismo tiempo es complejo y particularmente individual. La disciplina está supeditada al amor que sintamos por lo que deseamos alcanzar, porque en la mayoría de las ocasiones, eso que deseamos, requiere que tengamos que realizar actividades que no son de nuestro total agrado y es allí, cuando llega el momento de hacer lo que no nos gusta, aparece la postergación. Actividades como, arreglar la cama, limpiar los baños, hacer llamadas en frio para conseguir ventas, revisar los números del negocio, entre muchas otras, nos causan rechazo y solemos aplazarlas lo que trae consigo las respectivas consecuencias.
Una vez escuché, “Disciplina es hacer lo que hay que hacer, cuando no se quiere hacer”
Pero esto requiere de fortaleza y esta, depende directamente de la motivación que tengamos para persistir en la consecución de nuestros sueños. Esta motivación proviene de lo que he venido escribiendo desde hace un par de semanas. Claridad de propósito, Enfoque y Autoconocimiento. Si en la ecuación de éxito que hemos definido para nosotros, falta alguno de estos tres elementos, entonces la dispersión aparecerá y la indisciplina se hará cargo de nuestras postergaciones, lo que irremediablemente culminará en el fracaso de ese nuevo sueño.
Al igual que las rutinas de ejercicios, si vas a entrenar todos los días en la mañana, pues con la meditación y la oración es igual. Recuerda, si tienes una cita con Dios, jamás querrás llegar tarde.
La indisciplina se combate con rutinas, con orden y también con voluntad. Siempre habrá distractores a lo largo del camino y esto no quiere decir que, si faltas en alguna oportunidad, hayas fracasado, pero si esas pequeñas faltas se hacen tus rutinas, entonces estarás cediendo ante la presión de los egos y simplemente, perderás la oportunidad de mantenerte en la pista de tus logros.
Cada sueño, cada semilla o proyecto que plantamos, es una acción que nos aproxima a Dios, un camino de transformación a la cual no podemos interponer demora alguna.
Algunas ideas para combatir la indisciplina.
- Divide tus objetivos en partes más pequeñas y alcanzables, todo hay debe hacerse a tiempo y sin demoras, pero si las metas intermedias son muy grandes, entonces caerás en postergación.
- Crea rutinas que puedas llevar a cabo, si te cuesta levantarte temprano, no comiences con exigencias fuertes. Observa tu hora promedio y reduce la hora del despertador 15 o 20 minutos cada semana hasta que llegues a la hora deseada.
- No demores en iniciar. Vencer la inercia es la clave para evitar la postergación. Una vez que inicias, te será difícil parar hasta que finalices, sin importar cuanto te pese la actividad.
- Ordena tus espacios. El orden que hay afuera es el reflejo del orden que hay en tu mente. En este caso, comienza a poner orden afuera al mismo tiempo que ordenas tu mente.
La invitación de hoy: Hazte disciplinado, un paso a la vez. Pero hazte disciplinado.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias