Envolverse en una burbuja de protección, o en una luz, o en color, o en ángeles, o en cualquier otra forma que proteja de los peligros que existen afuera
Esta lección esta íntimamente vinculada al pensamiento mágico, ese que nos invita a esperar o confiar en elementos que están fuera de nosotros, más que en nuestro poder interior. En principio, este pensamiento se origina en las creencias transmitidas por siglos de adoctrinamiento, donde el castigo era la consecuencia de haber hecho las cosas de una manera diferente a la esperada y la recompensa, pues demoraba en llegar, digamos, toda una vida.
Lo anterior, el adoctrinamiento, estaba acompañado de desinformacion, la que ocultaba el uso adecuado de las teclas del universo.
Por otra parte, este tipo de ejercicio fomenta la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales de muchas escuelas y religiones, Todo es Dios; por lo tanto, nada puede hacernos daño.
En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento fortalecimiento de la seguridad personal. Algo como: Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes.
En síntesis, al elegir qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que perciben nuestros egos.
Muchas personas creen que las afirmaciones pueden transformar su situación personal, esto es cierto, pero hay que considerar un error. No son los pensamientos en sí lo que determinan nuestra realidad sino aquellos que se convierten en creencias, aquellos pensamientos que han sido interiorizados y tomados como la verdad, estos son los que terminan manifestándose.
Dicho de otra manera, aquello que sentimos internamente que ES, es lo que toma forma en el mundo externo.
Es ampliamente difundido, el conocimiento sobre que, la mente humana produce en promedio, 60 mil pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones se emplean para implantar nuevas creencias en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento que funciona, pero sin la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no podremos interiorizar ese nuevo pensamiento como una verdad dentro de nosotros.
La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito. Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá.
La invitación de hoy: Selecciona ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de: paz, armonía y prosperidad y que te permitan, no sentirlas, sino percibirlas como propias.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias
[…] Lección 1 – Luz, ángeles y protecciones. Envolverse en una burbuja de protección, o en una luz, o en color, o en ángeles, o en cualquier otra forma que proteja de los peligros que existen afuera […]