Angustiarse o preocuparse cuando hay un familiar enfermo o atravesando algún tipo de crisis

El afligirse o sentir lástima o incluso sufrir por algún ser querido ha pasado a ser parte de nuestro sistema de creencias, valga decir que muy arraigado, tanto que ha pasado a ser parte de nuestra cultura. Sin embargo, actuar bajo estas premisas sólo aumenta el pesar y el malestar. Si ampliamos nuestras perspectivas, entenderemos que nuestro pesar, estamos convencidos que la enfermedad o la crisis tienen más poder que la solución.
Nuestros pensamientos, complementados por nuestras emociones, tienen poder.
Cuando nos afligimos por el malestar o la enfermedad de alguien cercano, el mismo se agrava al darle más fuerza y poder. La solución se encuentra en reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que actúa y tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona o cuando nuestro ser querido haya superado la lección que le corresponde.
Es importante reconocer que, desde nuestro espacio personal, la compasión es mucho más poderosa que los sacrificios o nuestro sufrimiento.
La compasión es diferente de la lástima, en ella tampoco hay dolor, sufrimiento o sacrificio. Desde la compasión podemos comprender y, en consecuencia, asimilar el proceso personal que atraviesan nuestros seres queridos. La compasión es permitir que suceda lo que está sucediendo sin que ello no s afecte emocionalmente, lo que nos permitirá actuar de forma asertiva ante esa situación.
La invitación de hoy: Amplia tu perspectiva y date cuenta que tu actitud ante los problemas ajenos, influye directamente sobre ellos, bien sea de manera positiva o negativa.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias
[…] Lección 4 – Sobre las crisis ajenas. Angustiarse o preocuparse cuando hay un familiar enfermo o atravesando algún tipo de crisis […]