
Es un proceso, comienzas y avanzas hacia lo que deseas, tropiezas, te levantas y sigues. A veces, simplemente no te levantas porque sientes que no puedes, que eso que querías, ya no es eso lo que te interesa, pero el proceso comienza de nuevo, tal vez hacia otro destino, aunque lo mejor es siempre ir hacia el mismo destino, pero por otras rutas. Es un proceso de intentar hasta que consigas la formula que se adecua a tu estilo, a tus maneras y tus gustos.
El éxito del proceso está en seguir.
Pero entender los procesos requiere de atención y autoconocimiento. A veces no es suficiente con saber lo que se quiere y quererlo, hace falta un impulso adicional que mayormente sucede cuando sentimos que hemos caído lo suficientemente bajo como para no seguir cayendo o cuando estamos tan incomodos que sentimos que necesitamos un cambio de situación, urgentemente.
El proceso es mayormente de aprendizaje.
No se es únicamente aprender técnicas o maneras de hacer, también se trata de aprender a gestionar nuestras emociones, principalmente aquellas que nos hacen vibrar de manera contraria a nuestros objetivos y es precisamente aquí, donde la mayoría de nosotros fallamos, por no decir todos. Y es que todos estamos aprendiendo. A quien le va bien en el amor, quizás no le vaya muy bien con el dinero y a quien le va bien con el dinero, posiblemente no le va bien con la salud. Resulta que todo está vinculado a como sentimos y atraemos en función a la vibración que emitimos, la cual se ve afectada por nuestro sistema emocional.
La invitación de hoy: Hazte consciente del proceso y asume las decisiones que te llevarán a conocerte mejor y a escoger mejores destinos, aquellos que contribuyen de manera más eficiente a tu proceso de expansión.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias