
Ayer les invitaba a atreverse a SER eso que han sentido siempre que deben ser, a lograr lo que han deseado siempre para ustedes, pero ¿Cómo se hace eso? La verdad yo ando en mis intentos también, pero he encontrado algunas pistas que quizás te puedan orientar en tu camino, a pesar que, seguramente sea un tanto diferente al mío.
El primer paso que di, me costó, tal y como les conté ayer, mucho esfuerzo.
Rendirse a “tener la razón” es un paso complicado, principalmente porque nuestros egos nos mantienen en la creencia que, somos poseedores de la verdad, sin importar que esta, pueda ser diferente para otros. Mientras estamos bajo la influencia directa de nuestros egos, el sistema de creencias que nos guía, se convierte, al mismo tiempo, en una prisión de la cual nos cuesta escapar.
El segundo paso no fue menos complicado que el anterior, pero igual ha sido muy satisfactorio.
Comprender que, si únicamente hacemos lo que podemos, nunca seremos más de lo que somos actualmente. Un hecho muy vinculado a lo creemos, no solo de lo que nos rodea, sino de nosotros mismos. Corresponde hacer lo que creemos que no se puede hacer, aquello que no nos gusta hacer, eso a lo que procrastinamos hasta el cansancio y para lo cual nunca falta una excusa.
La siguiente lección de esta parte, la aprendí, lamentablemente por las malas.
Siempre nos acordamos de Dios cuando estamos de malas, incluso si pregonamos ser ateos o no creer en él porque lo confundimos con las religiones. Pero las circunstancias me llevaron, por fin, a ponerme de rodillas ante él y paradójicamente, esta acción me ha permitido estar de pie ante cualquier evento que se presente en mi andar.
Resumamos estas lecciones
-
-
-
- Dejar de querer tener la razón
- Afrontar los retos a pesar de sentir que no nos gusten
- Reconocer, no solo la existencia de Dios, sino su poder de influencia en nuestra existencia.
-
-
Pero no te confundas, estas tres lecciones son sumamente complicadas de aceptar y un poco más, superarlas. No es imposible, pero el nivel de dificultad será directamente proporcional a la cantidad de argumentos que seas capaz de esgrimir, hasta que te des cuenta que, simplemente, no tienes la razón.
La invitación de hoy: Atrévete a SER.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias
Gracias por el recordatorio… Un abrazo Bilko
Un placer servir…
Gracias a ti también por compartir
Éxitos y bendiciones…