Los tiempos avanzan y todos o mejor dicho, la mayoría, continua inmersa en la cotidianidad de la malla ilusoria. Pero esto es más que comprensible, el estilo de vida se ha convertido en un hábito que no nos permite recordar lo esencial de nuestras verdaderas vidas. Si bien no todos estamos para recordar lo que hemos vivido, todos estamos para despertar del sueño y de la fantasía del escenario emocional.

Este escenario ha cumplido su propósito, es hora de avanzar.

Pero el avance requiere que dejemos la emocionalidad alterada y nos mantengamos en balance, al menos, la mayor parte del tiempo. Para ello es indispensable que comencemos por el principio y este es conocernos a nosotros mismos. Para ello, aprender sobre nuestros egos puede ser un excelente primer paso.

Los egos son la base de nuestra personalidad.

Muchos piensan, de manera errónea, que los egos son el enemigo, que es tiempo de eliminarlos, pero esto es una verdad a medias. Los egos son la base de nuestra personalidad, si los eliminamos tratando de deshacernos de nuestras sombras, créeme, también nos estaremos deshaciendo de nuestras luces. Ya te puedes imaginar el dilema.

Los egos no son el enemigo interior. Este es un personaje mucho más complejo de explicar.

La invitación de hoy: Ten presente la invitación que he hecho de manera reiterada en este blog. Es tiempo de comenzar a saber para dejar de creer. El conocimiento es la herramienta que traerá luz al camino hacia nuestra divinidad.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias