
Identificar a los señuelos, es decir a esos mensajes que parecen mensajes, pero que no son, bajo ningún concepto, mensajes de Dios, es una tarea sencilla, siempre y cuando sepamos donde mirar. El problema está en que aún sabiendo estas diferencias y donde mirar para encontrarlas, terminamos cayendo en el conflicto. Hey, eso es más que normal y natural, quien venga a decir que siempre tiene la certeza de escuchar a Dios, es sospechoso de no estar contando toda la verdad.
Como dije hace unos artículos atrás, escuchar a Dios es fácil, de hecho, siempre nos está hablando.
El problema no es tanto escucharle, sino 1) saber que es él y 2) hacerle caso. Este último, por largo es el más complejo ya que, tal como les comenté ayer, siempre queremos tener la razón y esta, irremediablemente, nos aleja de la verdad.
Dios se manifiesta de maneras insospechadas, pero siempre de forma clara y precisa.
Sus mensajes están en todas partes, sus indicaciones y guías de camino también, solo basta prestar atención a nuestra intuición para saber que estamos percibiendo una señal de nuestra divinidad. Pero, exactamente ¿Qué es lo que buscamos o que es lo que tenemos que evitar?
Como siempre estas son solo algunas indicaciones extraídas de mi propia experiencia y aunque esto no le resta validez, ciertamente puede que se queden cortas a la hora de compararlos con tu propia experiencia. De cualquier manera, aquí van
A que prestar atención |
Que cosas evitar |
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La invitación de hoy: Como te podrás dar cuenta, muchas de estas cosas a observar, ya las conoces de sobra, ahora solo tienes que, agregar lo que te parezca pertinente agregar a la lista y por supuesto, hacerte caso.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias