Hay momentos en que las meditaciones y las oraciones no tienen respuesta alguna, bueno, en verdad más veces de las que quisiera admitir en público, al menos en mi caso personal. Pero lo cierto es que, siempre estamos pidiendo y casi nunca recibimos respuesta. Valga decir que todo el mundo se alegra de las coincidencias que le favorecen, en especial cuando recientemente acabamos de pedirle algo a Dios (universo, providencia, divinidad).

Lo cierto es que casi siempre nos quedamos esperando en la línea.

Pero muchas veces he comentado que Dios siempre nos habla, siempre responde, quizás no de inmediato, quiero decir, quizás no le escuchemos de inmediato, pero sus respuestas siempre están allí, ocultas tras el ruido de los pensamientos.

La invitación de hoy: Acalla tu mente, es necesario.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias