
Habiendo reconocido las inconsistencias, es menester comenzar a poner nuestra espiritualidad en acción. Esto es más fácil decirlo que hacerlo, pero es mi responsabilidad transmitir el mensaje de la manera más apegada a mi experiencia, ya que de eso se trata este espacio. En fin, es momento de actuar de acuerdo a nuestra prédica o de ser honestos y dejar de predicar lo que no practicamos.
Actuar de acuerdo a nuestra prédica, requiere de mucha atención.
Es aquí donde entran en el juego, nuestros valores personales. Su definición y adecuación es vital para poder tener una guía que nos mantenga en el camino y evite que nos desviemos como consecuencia de influencias externas, sino que, por el contrario, seamos capaces de mantenernos por encima de la emocionalidad alterada.
No se trata de ocultar o reprimir las emociones como las molestias o tristezas, sino de gestionarlas de una forma que evite que esta emoción altere nuestra paz.
El caso es que, nuestra espiritualidad no puede ser solo de la boca para afuera. A ver, te dejo un ejemplo. Si digo que creo que hay una vida mejor y más plena luego de esta vida, entonces no es congruente que cuando alguien conocido fallezca, exponga un dolor, que puede ser real, pero es incongruente con lo que predico o digo creer.
La invitación de hoy: Hazte consciente y práctica lo que predicas.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias